Para entender mejor el tema de la discapacidad en el autismo, podemos explicar la analogía de una persona medio ciega a la que se le ofrecen unas gafas exclusivamente hechas a su medida, y con las cuales puede llegar a hacer una vida normal o casi normal. En el autismo sucede lo mismo. Existen dificultades como las sociales o las sensoriales, las cuales hay que atender debidamente.
No todas las personas son buenas en matemáticas, en los deportes o en cualquier otras situaciones, pero no por ello las tratamos de discapacitadas. Opinamos que deberíamos tener más cuidado con los términos «trastorno» y «discapacidad».
El sufrimiento autista suele ser debido a un cúmulo de cuestiones que podrían ser analizadas de una en una para poder atajarlas de la mejor manera posible. Y como explicábamos en las primeras entradas del blog, la sociedad es la que tiene mucho trabajo por delante, como por ejemplo en educación, valores, ética…
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